Antes de abordar las soluciones para mejorar la velocidad del Wi-Fi en casa, es importante comprender los factores que pueden afectar su rendimiento:
Ubicación del router: Si está ubicado en un área con obstrucciones físicas como paredes gruesas, muebles o electrodomésticos, la señal puede verse obstaculizada y debilitada.
Interferencias: Las señales de otros dispositivos inalámbricos cercanos, como teléfonos inalámbricos, hornos microondas o redes Wi-Fi vecinas, pueden causar interferencias y degradar la velocidad del Wi-Fi.
Distancia del router: A mayor distancia del router, más débil será la señal de Wi-Fi. Esto puede ser un problema en hogares grandes o con múltiples pisos.
Antigüedad del equipo: Los routers Wi-Fi más antiguos pueden no ser compatibles con los últimos estándares y tecnologías, lo que limita la velocidad y el rendimiento.
Número de dispositivos conectados: Cuantos más dispositivos estén conectados a la red Wi-Fi, mayor será la carga y la demanda de ancho de banda, lo que puede ralentizar la velocidad general.
Configuración del router: Una configuración incorrecta del router, como un canal Wi-Fi congestionado o una contraseña débil, puede afectar negativamente la velocidad y la seguridad de la red.
Dispositivo a conectar: Los componentes de conectividad de un teléfono móvil del 2015 serán limitados a los de un teléfono de hoy en día, por tanto la conexión a internet por Wi-Fi solo puede funcionar tan rápido como el dispositivo lo permite.
Analiza con estos puntos qué puede estar afectando la velocidad de tu wifi, seguro al ajustar la infraestructura puedes tener mejor calidad en la señal y por ende más efectividad.
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