FPS o frames por segundo, es la métrica fundamental en el universo de los videojuegos, define la cadencia de imágenes proyectadas en tu pantalla. A mayor FPS, mayor sensación de fluidez y realismo en las animaciones y movimientos de un videojuego, así que un alto FPS puede ser la clave entre una experiencia de juego inmersiva o una con complicaciones.
La relevancia del FPS va mucho más allá de la imagen. Un FPS bajo equivale a retrasos críticos, algo especialmente problemático en juegos competitivos donde cada milisegundo cuenta, entonces piénsalo, un bajo FPS en el juego significa lentitud en un disparo, o sea desventaja a la hora de querer ganar.
El hack es optimizar tu PC para que tenga un FPS de alto voltaje. No solo se trata de lo que ven tus ojos, sino de tu dominio en el campo de batalla virtual, recuerda que la velocidad de reacción aumentada y una imagen optimizada, es diversión garantizada.
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